Capilla de Santa Filomena

En el centro urbano de Ferreira do Valadouro hay una carretera señalizada que lleva a la Capilla de Santa Filomena, que se encuentra a unos 15 km de distancia.

La capilla está ubicada en lo alto de una montaña, rodeada de un paisaje natural espectacular. El templo original constaba de una nave única y un ábside único, pero ahora solo se conserva este último, aunque todavía se pueden ver restos de los muros laterales de la nave y huellas en el terreno.

El ábside se ha transformado en una pequeña capilla que tiene forma de un simple volumen cúbico, construido con sillería de granito y una cubierta de pizarra a dos aguas. El testero se cierra con un sencillo muro recto, ya que el ábside original era de tipo rectangular, una tipología común en la arquitectura prerrománica del período románico. En el lado sur del muro de la capilla hay una ventana barroca, que es la única fuente de luz en el interior. Bajo el alero hay dos piezas de granito cuadrangulares que presentan molduras, probablemente canecillos en avanzado estado de erosión. El costado norte es el más interesante porque conserva siete canecillos de factura románica, tres de los cuales están decorados con motivos geométricos y los otros cuatro con decoración figurativa que representa temas obscenos. Decoración propia del siglo XII.

La fachada principal de la capilla se configura a partir del arco triunfal, que tiene un arco de medio punto trazado por toscas dovelas. Parte del hueco de este arco se cierra para insertar una puerta adintelada. La fachada termina con una espadaña con un único hueco de arco semicircular para la campana. En el interior de la capilla, en el muro norte, se conservan fragmentos de la representación del Nacimiento de Cristo.

En general, tanto la organización mural como el aspecto ornamental de la capilla indican que Santa Filomena de O Cadramón es un ejemplo de arquitectura románica avanzada del siglo XII, que se puede situar alrededor de los años 1180-1190.